Conocer las condiciones de vida de otros seres humanos. Sentirse personalmente afectado. Entender cómo funciona el mundo. Y el impacto de nuestra alimentación en los que la producen. Comprender los retos fundamentales de los sistemas alimentarios. Comprometerse, con los medios disponibles, para contribuir a un mundo más justo. Todo esto se puede aprender y poner en práctica. Tanto en la vida cotidiana como en la escuela.
A través de nuestro programa de Educación a la Ciudadanía Mundial y Solidaria, queremos apoyar a aquellos y aquellas que, en Bélgica, se dedican a proyectos de solidaridad internacional. A nivel del mundo escolar, como las necesidades de las escuelas son varias, nuestros recursos también lo son. Ya sean actividades en clase, herramientas educativas, recursos digitales, formaciones o apoyo personalizado, las posibilidades par el debate son numerosas.
Pero hay más… Para el público en general, nuestro programa de educación a la ciudanía también cuenta con eventos, exposiciones, documentales, reportajes y mucho más.
Nuestra dinámica de compromiso es la información, la sensibilización, la voluntad de actuar y la puesta en marcha.